“Vivo en un mundo en el que el dinero y el poder valen mas que la justicia y la
verdad.
Un mundo que se maneja por medio de influencias y manipulaciones, en
donde el día a día se te va en tratar de ser alguien, un mundo en donde no hay
espacio para la fantasía, pues la principal preocupación de las personas es
poner la comida en la mesa.
Un mundo en donde la regla básica es la
supervivencia del más fuerte, en el que ya no importa pisotear a los demás para
alcanzar tus objetivos.
Donde el futuro es gris y sombrío y el pasado no es
más que una referencia archivada en la oscuridad.
Un mundo en el que en el
presente parece que nos encontramos en una lucha constante contra nosotros
mismos, en el que nos empeñamos en eliminar de nuestras capacidades lo único que
nos distingue de las máquinas.”
Hace unos días tuve la fortuna [O el infortunio] de ver una película que a mi parecer resultó como la historia más triste que se me ha presentado. Desde entonces estuve reflexionando acerca del tema principal de la misma, y en como plantearlo del modo más objetivo que pudiera sin dejar de expresar mis ideas.
La historia plantea un futuro no muy distante en el que las máquinas/ robots/ androides cohabitan con los seres humanos, todo se basa en la creciente necesidad de un niño “meca” de ser amado por su madre (Quién es “orga”), debido a ciertos sucesos que presenta la película, el niño meca se convence [O más bien es convencido] de que el único modo de que su madre realmente lo ame es convertirse en un niño de verdad [Y es más que obvio que esta película emula al ya clásico “Pinoccio”], así que, como ya es costumbre, emprende una búsqueda para lograr su cometido.
Con esta introducción, quiero señalar que hablo de la película porque que hubo un diálogo en particular que cautivó mi atención. En este, el niño por fin encuentra al científico que lo fabricó y le pide que lo convierta en un niño de verdad, a lo que el profesor responde que él es ya es real y que ha logrado algo que la ciencia jamás hubiera podido, puesto que logró entender la capacidad humana de soñar, de perseguir y luchar por esos sueños, de cómo se dejó llevar por sus instintos y por el enorme deseo que tenía de convertirse en un niño real y el como poco a poco su lógica lo guió hasta encontrarlo. Después de decirle esto le explica que [Para él] la diferencia entre los seres humanos y las máquinas reside en eso, en la capacidad de soñar.
Entonces; esto significa que si seguimos como vamos (Y como bien dijo Kike, vendemos nuestros sueños para comprar un coche y una casa) en realidad lo que estamos logrando no es más que convertirnos en máquinas de carne y hueso.
“Yo sueño que estoy aquíde estas prisiones cargado,y soñé que en otro
estadomás lisonjero me vi.¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una
ilusión,una sombra, una ficción,y el mayor bien es pequeño:que toda la vida es
sueño,y los sueños, sueños son” – Calderón de la Barca
woooooo! jajjaja me gusta tener conversaciones random y profundas contigo anne jejeje y si no ma! jajaj el mundo es díficil Los sueños, sueños son porque solo son lo que no podemos ser :D
ResponderEliminarEsa película es triste. La primera vez que la vi, igual me hizo desvariar un poco jajaja.
ResponderEliminarTienes razón, la humanidad tiene muy poco de humana en estos días. =(